Calvo se instala en América Central

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INICIO DE LA EXPANSIÓN EN AMÉRICA

Diez años después de comenzar nuestra expansión europea en Italia, dimos un paso clave para la historia del Grupo con nuestra llegada al continente americano. En 2003 comenzamos la construcción de una nueva planta de procesamiento en El Salvador. Abríamos así la puerta a todo un continente y consolidábamos nuestra apuesta por ser un proveedor global de alimentos de calidad.

Ubicada en la localidad costera de La Unión, la nueva fábrica se dedicó a la producción de atún y a la preparación de productos semielaborados para abastecer primero a mercados de América Central, Caribe, México y Estados Unidos, y después también a Europa.

Primera línea de atún bajo en sal

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RESPUESTAS PARA LOS NUEVOS TIEMPOS

Con el cambio de milenio, en Grupo Calvo nos anticipamos para dar respuesta a las nuevas necesidades de los consumidores que cada vez demandaban una dieta más saludable.

Siendo el atún uno de los alimentos más nutritivos y sanos de cualquier dieta alimenticia, nuestra apuesta se centró en ofrecer una opción baja en sal para aquellas personas preocupadas por cuestiones como la presión arterial o los problemas cardiovasculares.

El atún bajo en sal fue el primero de una línea completa de productos dirigidos a este nuevo perfil de consumidor. Le siguieron el bonito, las sardinas y posteriormente el atún claro al natural 0% materia grasa, entre otros. Con la nueva gama baja en sal garantizábamos una reducción de la concentración de sodio de hasta un 80%.

Calvo adquiere la compañía italiana Nostromo

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calvo adquiere la marca italiana nostromo

Aunque había habido experiencias anteriores en mercados internacionales, principalmente a través de la exportación, fue a principios de los 90 cuando empezó a tomar forma la visión de convertirnos en un grupo global de alimentación.

En 1993 iniciamos nuestra expansión internacional con la adquisición de la marca italiana Nostromo. Fundada en 1951, era una de las marcas de conservas de pescado con mayor tradición en el país transalpino.

Con la incorporación de Nostromo al Grupo, se abrió la puerta a un mercado, el italiano, con una larga trayectoria de consumo de atún, a través de una marca reconocida, la segunda del mercado, y con una importante red de distribución comercial.

Campaña «Claro, Calvo»

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el primer anuncio de éxito: Claro, calvo

A punto de entrar en la década de los 80, Calvo se convirtió en la tercera conservera española y la primera en conservas de atún.

Con una flota propia, una importante capacidad de producción y unos productos de calidad comercializados en innovadores envases y formatos, Calvo se abrió paso en un nuevo campo, el de la publicidad.

La decisión de realizar una campaña masiva para promocionar nuestra marca y el atún claro fue una decisión arriesgada para una compañía del sector y del tamaño de Calvo. Nunca se había hecho hasta entonces.

Por primera vez una marca de conservas se anunció en horario de máxima audiencia. La creatividad resultó clave para el éxito de la iniciativa y el salto definitivo al liderazgo de la industria conservera española. El acierto de un diálogo “irracional” pero sencillo y a la vez cautivador, “atún claro, Calvo”, protagonizado por los conocidos actores Juanjo Menéndez y Jesús Puente, catapultó el conocimiento de nuestra marca e hizo que millones de hogares incorporasen a su cesta de la compra el atún claro, la variedad que aún hoy supone más del 90% del atún vendido en España.

Invención del pack de 3 latas

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una gran idea para todo el mundo

El siguiente paso en el crecimiento de Grupo Calvo como empresa de alimentación fue otra innovación: el pack de tres latas de atún. Una idea de José Luis Calvo tras observar cómo se empaquetaban las cervezas en Alemania.

El nuevo embalaje permitió diferenciar aún más el atún claro Calvo del resto de oferta de pescados en conserva. Con el pack de tres latas mejoramos la propuesta de valor al cliente ofreciendo un mayor surtido, con un producto de calidad y a un mejor precio. La nueva presentación dio además mejor respuesta a las necesidades de los hogares ya que era un formato muy práctico y conveniente.

El nuevo formato no solo fue un éxito en el mercado español, el concepto fue adoptado progresivamente por otros mercados hasta convertirse en un estándar en todo el mundo a la hora de comercializar pescado en conserva.

Creamos nuestra propia flota

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Del mar a la mesa

A finales de los 70, la compañía tomó una decisión estratégica que : el desarrollo de una flota propia para asegurar el aprovisionamiento de materia prima y garantizar la cantidad y la calidad del atún necesario para hacer frente a la creciente demanda de productos.

En 1979 incorporamos el primer atunero, el Montecelo, con una capacidad de 200 toneladas. Le siguieron otros como el Montefrisa, el Monteclaro y el Monteneme. Esto nos permitió acceder a nuevas zonas de pesca en busca del mejor producto y mejorar la gestión y el control del flujo de la materia prima a nuestras plantas.

Disponer de flota propia nos permitió no solo garantizar el suministro de producto de calidad sino también ser parte activa en asegurar la sostenibilidad de la materia prima y del conjunto de nuestra actividad.

Calvo crea la primera lata redonda

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TRAEMOS LA LATA REDONDA A ESPAÑA

Tras el atún claro, llegó la que sería la segunda gran novedad industrial, que impulsó su comercialización: la lata redonda.

El nuevo producto necesitaba un nuevo envase que lo diferenciase del resto de conservas de atún, principalmente elaboradas con atún listado y enlatadas en envases de gran tamaño u ovalados. La compañía introdujo en el mercado un envase de tamaño más práctico para el consumo en el hogar, más pequeño y de forma redonda. Un nuevo hito en la historia de innovación de la compañía, que cumplía entonces 25 años, y que resultó un éxito sin precedentes y marcó la pauta al resto de la industria.

En la actualidad, más del 90% de las latas de atún que se comercializan en España son en el formato redondo que lanzamos al mercado en 1965

Calvo crea el nombre «Atún Claro»

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una apuesta decidida por la especialización en atún claro

A mediados de los años 60, Luis Calvo confiaba plenamente en las posibilidades que la conserva de atún tropical supondría para la compañía, tanto por su sabor y capacidad nutritiva, como por ser un pescado que permitía romper la tradicional estacionalidad del sector.

Daba comienzo así nuestra especialización en la elaboración de atún en conserva. Al principio la compañía optó por el atún listado, pero fue la apuesta decidida por el atún de aleta amarilla (Thunnus albacares), atún claro en la terminología española, la que de nuevo hizo que Calvo se adelantase al resto de la industria.

El atún claro era entonces un producto novedoso que no utilizaba casi ninguna otra conservera. Con los años, llegaría a ser el atún más consumido en España, con un 70% de cuota de mercado.

A finales de los 60 el atún era ya el producto más importante en la producción de la fábrica de Carballo y sería el protagonista de su expansión hasta multiplicar por cinco su capacidad.

Invención de la primera empacadora Calvo

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LUIS CALVO SANZ INVENTA LA PRIMERA EMPACADORA DE ATÚN DEL MUNDO

A comienzos de los años cincuenta la sardina fue progresivamente sustituida por atún. Las dificultades de la época para conseguir maquinaria para empacar el pescado movieron a fabricantes como nuestro fundador a buscar soluciones creativas e innovadoras para seguir desarrollando sus negocios.

Luis Calvo desarrolló en 1956 su propio sistema para enlatar atún a partir de una pieza de tostar café y un casco de proyectil. Se trataba de un cilindro de hierro provisto de bisagra para abrirse en dos mitades y ser rellenado por lomos de atún que posteriormente eran cortados en porciones similares. Con una capacidad de producción de 36 latas por minuto, la nueva empacadora era mucho más rápida y eficiente que cualquier sistema existente en ese momento, y permitía, además, ofrecer una mejor presentación del producto final, más uniforme en peso, contenido y aspecto.

El sistema fue patentado en la Oficina de Patentes y Marcas el 13 de septiembre de 1936. La innovación de Calvo supuso un hito en la industria conservera gallega y europea, ya que se llegaron a vender más de cuatrocientas empacadoras en todo el mundo.

En esta época se incorporó a la compañía la segunda generación de la familia Calvo. Jose Luis Calvo, hijo de nuestro fundador y actual presidente de honor de Grupo Calvo, que continuó impulsando la innovación recorriendo el mundo y conociendo las principales novedades y tendencias de las distintas industrias conserveras internacionales.

Luis Calvo Sanz fundó Grupo Calvo

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Calvo inaugura su primera fábrica de conservas

A partir de un pequeño negocio familiar, un almacén de coloniales en la localidad gallega de Carballo, y tras varios intentos con las conservas de vegetales y de carne, Luis Calvo Sanz puso en marcha a principios de los años cuarenta un proyecto empresarial basado en la elaboración y la comercialización de pescado enlatado, iniciando así la historia de una de las compañías conserveras más importantes del mundo.

El trabajo en la primera fábrica de Calvo

En 1941 comenzó a funcionar la que fue la primera fábrica de Calvo en Carballo, una instalación modesta en la que trabajaban 25 personas y en la que el empacado se realizaba a mano con la materia prima que llegaba de los puertos gallegos de la Costa da Morte.