4 ideas originales para reciclar tus latas

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Además de conservar bien los alimentos, las latas pueden tener miles de utilidades. Si las reutilizas, no solo estarás ayudando al medioambiente, también te divertirás en el proceso. Crearás objetos nuevos y originales que serán perfectos para decorar tu casa. Te dejamos algunas ideas de cómo reciclar tus latas.

1.     Macetas

Una idea muy fácil para reciclar tus latas es hacer maceteros o floreros para plantas y hierbas aromáticas, y tenerlas siempre a la mano a la hora de cocinar. Incluso como semilleros para tu pequeño jardín o huerto. 

Para decorarlas puedes forrarlas con papeles de colores, pintarlas con tu color favorito o pegarles piedras de mosaico. ¡La creatividad la pones tú!

2.     Candelabros

Existen muchas maneras de transformar tus latas en candelabros. Una opción para que queden muy monas es agujerear la lata con alguna forma que te guste y así crear efectos de luz y sombra. Otra opción, es rellenar la lata con cera y colocar tu propia mecha. Cualquier opción que uses seguro que queda genial y te puede servir para decorar el jardín, la mesita de noche o algún rincón de casa.

3.     Organizadores

Esta opción es un clásico para reciclar tus lata. Después de limpiar bien la lata y eliminar las etiquetas, decóralas como más te gusten. Puedes pintarlas con pintura en spray o forrarlas con papel de regalo. Luego, utilízalas para guardar objetos pequeños que siempre acumulamos en casa como botones, clips, monedas, joyería, etc.

4.     Elementos decorativos o regalos creativos

Crea adornos colgantes para decorar las ventanas o utiliza las latas para hacer tu propio marco de fotografías. También, puedes combinar varias latas de diferentes tamaños, rellenar el interior (con dulces, muñecos, fotos, etc.) y que te sirvan como regalos para tus amigos o tu familia. 

 

Ahora que sabes cómo reciclar de una mejor forma tus latas y darles una nueva vida, ¿te animarás a darles una segunda vida?

Consejos para un consumo responsable de alimentos

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Desde Calvo promovemos siempre el cuidado del Medioambiente y por eso nos preocupa mucho el consumo responsable, porque además de beneficiar a tu salud ayuda a conservar nuestro bonito planeta azul.

BENEFICIOS DEL CONSUMO RESPONSABLE

 

Lo mejor de consumir nuestros alimentos de forma responsable es que podemos cuidar el medioambiente generando un menor impacto en él. Si compramos solo lo que vamos a consumir, estaremos reduciendo enormemente nuestros desechos.

 

Por otra parte, alimentarse de forma apropiada ayuda a mejorar nuestra salud. Normalmente, las personas solemos comer más de lo que requiere nuestro cuerpo para tener energía y nutrientes. Comer demasiado no es sinónimo de una buena alimentación. Recuerda que tu cuerpo solo absorbe los nutrientes que necesita. Por ello, te animamos a mantener una dieta equilibrada que incluya cereales, frutas, carnes, pescado y verduras.

prácticas de alimentación responsable

 

La alimentación responsable, no solo involucra tener una alimentación equilibrada, si no también consumir con cabeza. Para ello, te sugerimos algunas sencillas pautas que puedes hacer en tu día a día para mejorar el cuidado de nuestro planeta.

 

1.     Reciclaje

 

Para reciclar de forma correcta es importante organizarnos. Crea un espacio en casa que te permita clasificar los distintos tipos de residuos de tus alimentos y  sepáralos ordenadamente según el tipo de desperdicio. Por ejemplo: desechos generales, desechos orgánicos, papel y cartón, vidrio y plásticos…

 

Siempre hay que tener en cuenta que en el caso de los envases de vidrio debemos limpiarlos correctamente y dejar secar antes de tirarlos. Por otro lado, comprime las botellas de plástico para que ocupen menos espacio al momento de reciclarlas.

 

 

2.     Reducir

 

Aproximadamente un tercio de todos los alimentos que se producen a nivel mundial se desperdician. Por ello, una buena práctica para aprovechar la comida es comprar solo lo necesario, es decir, solo lo que planeamos consumir.  Sobre todo si se trata de alimentos que se estropean rápido como verduras o frutas. Para ello, haz un menú cada semana, de esta forma sabrás exactamente qué necesitas y no comprarás productos de más.

 

 

3.     Reutilizar

 

Viene de la mano del reciclaje. Cada vez que colocas los residuos en su contenedor, estás ayudando a que se creen nuevos productos.

 

Otra forma de reutilizar es, por ejemplo, usando las botellas de plástico o nuestras latas para manualidades o como semilleros, usar los envases de vidrio para guardar otros alimentos, etc… De igual forma, los desechos orgánicos se podrían usar como abono para las plantas.

 

¡Con un poco de ingenio podemos hacer enormes cambios!

 

 

4.     Compra responsable

 

Aquí tienes 5 tips para una cesta de la compra mucho más ecológica:

 

·      Evita comprar productos en envase de plástico

·      Compra alimentos de temporada

·      Elige opciones a granel sobre otros

·      Escoge productos con menos embalaje

·      Usa bolsas de tela para hacer tus compras

 

 

Comienza a incluir estas prácticas en tu día a día para que no sigamos desperdiciando alimentos y cuidemos nuestro medio ambiente

Descubre qué grasas son buenas para tu dieta

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Te invitamos a conocer mejor las grasas.

Durante años se han demonizado las grasas. No solo porque aumentan las enfermedades cardiovasculares, sino porque además engordan. Pero no todas son iguales. Existen grasas buenas para tu dieta que son incluso muy beneficiosas para la salud. 

Las hay saturadas, monoinsaturadas, omega 3, omega 6, trans, colesterol, de origen vegetal o animal, etc. Las grasas son un tipo de nutriente tan necesario para el buen funcionamiento del organismo como lo son los hidratos de carbono, las proteínas, los minerales o las vitaminas.

En la Guía Dietética para los Estadounidenses de 2015-2020, se aconseja que el consumo de grasas saturadas no sobrepase el 10% de las calorías totales que tomamos cada día. Esta recomendación se basa en la evidencia científica que demuestra que reemplazar grasas saturadas por insaturadas reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Tipos de grasas de los alimentos

El aceite de oliva es pura grasa. Pero una grasa saludable compuesta en su totalidad por ácidos grasos (98,5 al 99,5%), entre los que predomina el ácido oleico, un tipo de grasa monoinsaturada. Esta grasa no solo lo hace muy resistente a la oxidación, sino que además es cardiosaludable.

El pescado azul (salmón, atúnsardinas, anchoas) aunque tiene más grasa que el pescado blanco (merluza, lenguado, lubina) es una fuente rica en grasas omega 3. Este alimento tiene grasas buenas para tu dieta, como han demostrado muchos estudios científicos. Este tipo de grasa polinsaturada ayuda a reducir la concentración de colesterol LDL en sangre y evita la formación de coágulos por su acción antiagregantes de las plaquetas.

Las carnes más ricas en grasas saturadas son: el cordero, el cerdo y el vacuno (buey o ternera). La cantidad de grasa depende de la especie, de la edad y de la alimentación que haya tenido el animal y, por supuesto, de la parte del animal donde se extrae la carne (costillas de vacuno, chuletas de cerdo o cordero, panceta y tocino).

Los derivados de la carne (salchichas, hamburguesas, o embutidos) son alimentos altos en grasa saturada. Aunque su composición varía, son de peor calidad nutritiva.

La mayoría de los embutidos de cerdo (chorizo, lomo embuchado, mortadela, salchichón) son altos en grasa saturada por lo que hay que limitar su consumo. Además el cerdo es rico en colesterol, especialmente algunas partes como la panceta y las vísceras (especialmente los sesos). Una excepción es el jamón de cerdo ibérico en el que predominan las grasas monoinsaturadas como en el aceite de oliva. Algunos expertos lo llegan a llamar incluso una aceituna con patas.

El pollo y las aves tienen menos grasa que el cerdo y la ternera. También son consideradas carnes magras el lomo de cerdo, el conejo, el pavo sin piel, el caballo, la codorniz o la perdiz.

7 consejos para hacer senderismo

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Senderismo: una gran idea para todas las estaciones

Caminar por la naturaleza es una actividad que además se puede realizar aunque nuestro estado físico no sea óptimo para la práctica de cualquier otro deporte más exigente. Así que si decides ponerte a ello, pero nunca antes lo habías hecho, aquí tienes una serie de consejos para hacer senderismo que te ayudarán a evitar los problemas más comunes que pueden surgir durante una ruta por el campo.

  1. Elige bien la ruta. Un consejo fundamental para hacer senderismo conocer bien tu ruta, dónde empieza, dónde acaba la ruta, la distancia que vas a recorrer y el nivel de dificultad. Para ello debes tener en cuenta tu nivel de preparación física y tu experiencia. Tú te conoces mejor que nadie, así que no intentes hacer más de lo que puedes.

  2. Lleva siempre un mapa contigo. Ya sea en papel o con una aplicación digital, saber dónde estás en cada momento es fundamental para medir los tiempos de caminata y descanso. Pero sobre todo es imprescindible para evitar extraviarnos y acabar donde no queremos.

  3. Si puedes no vayas sólo. El senderismo es una actividad perfecta para hacer en familia o con un grupo de amigos. Si nadie te puede acompañar en esta caminata, comunica antes la ruta que vas a hacer y el tiempo estimado que te costará realizarla.

  4. Elige bien la ropa y el calzado. En otoño las temperaturas pueden variar mucho a lo largo del día y debes estar preparado para ello. La ropa de agua (una capa o un chubasquero) nunca deben faltar en tu mochila para hacer estas caminatas. Además, para la montaña no sirve cualquier zapatilla. Las torceduras de tobillo y los resbalones son los principales “enemigos” del senderista.

  5. Lleva suficiente comida y agua y consúmelos con moderación. Bocadillos, fruta, barritas energéticas, frutos secos o galletas son el alimento más indicado. Hidrátate bien y bebe en pequeñas dosis pero de manera constante. Calcula siempre llevar algo más de lo que vayas a necesitar para evitar cualquier imprevisto.

  6. Camina con un ritmo constante. El que tú mismo te marques, pero sin cambios de ritmo bruscos. El senderismo no es una competición y cada uno se pone sus propias metas.

  7. Y por último pero no por ello menos importante, cuida el entorno. Nunca dejes en el campo nada que no estuviera allí, y no te lleves nada que no vayas a necesitar. Cumpliendo esa máxima tu ruta será mucho más beneficiosa para ti, y para todos los demás.

¡Ya no hay excusas para no hacer deporte al aire libre aunque bajen un poco las temperaturas!

Cómo alcanzar la felicidad física

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¿La felicidad física es un reto personal? 

Al acabar nuestro ejercicio diario nos invade una sensación de bienestar y alivio. Cuando van pasando las horas del día y vemos que no llega ese momento que reservamos para practicar deporte y liberar el estrés, comienza esa presión por querer cumplir nuestros deberes, y también alcanzar nuestra felicidad física. 

Debemos tener en cuenta algunas claves que resultan relevantes en este aspecto:

  • Definir nuestro reto: Cuando hablamos de retos, todos pensamos en algo a largo plazo o  una prueba deportiva de una alta exigencia física. Sin embargo, el RETO que te planteamos aquí es el que nos hace mejores y más felices. Sólo basta con cumplir un pequeño objetivo diario. Además, alimenta nuestra autoestima y equilibrio emocional, es la felicidad en todos los aspectos.

  • Establecer una rutina: Hay pequeñas manías que están asociadas a nuestro entrenamiento diario. Por ejemplo preparar la bolsa para el Gym, hacer un playlist de tu música favorita, decidir el horario, la actividad y dónde practicarlo. Igualmente cuidar de tu alimentación aprendiendo que grasas son buenas para tu dieta, te ayudará a conseguir mejores resultados. 

Prepararnos para cumplir un reto diario, supone también sentirnos capaces de conseguirlo, para así mejorar. En definitiva sentirse plenos de esforzarse para lograrlos.

¿Qué debemos tener en cuenta una vez empezamos nuestros entrenamientos?

  • Un tobogán de sensaciones aparecerá en cada entrenamiento diario. Con el paso de los días nuestra felicidad física se hará más grande y estará acompañada de mejores resultados.

  • El entrenamiento puede ser todo lo ambicioso que queramos, pero siempre debemos ser realistas y optimistas.

  • Regala optimismo y deporte, porque te estarás regalando a ti misma la sensación de vivir la felicidad de la actividad física.

  • Normalmente durante la actividad física generamos un espacio o un momento en el que nos quedamos solos con nuestros pensamientos, ideas o sensaciones. Es en esos momentos donde gestionamos todas esas cosas que durante el día no se han resuelto por completo. También buscamos respuestas a preguntas sin resolver o incluso valoramos la toma de decisiones importantes. Hacer actividad física nos ayuda a ver las cosas con mayor claridad. 

  • La libertad y la sensación de elegir camino, distancia, ritmo, ejercicio, esfuerzo, es algo que nos genera capacidad de decisión y nos hace mejores, a la vez que más felices.

  • Rellenar huecos vacíos durante cualquier hora del día con algo que te genera felicidad es un placer y que además podemos hacer de diferentes modos y a cualquier edad.

A ciertas edades el tiempo libre ocupa más espacio en nuestro día a día. Tener una rutina y unos hábitos con actividad física, nos hará evitar el aburrimiento, mejorar nuestra salud y sobre todo, ¡ser felices!

Como preparar bocadillos más saludables

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Con estos consejos conseguirás preparar bocadillos más saludables.

Con el buen tiempo lo que más te apetece es disfrutar del sol, tampoco tienes mucha hambre y al mediodía en la oficina prefieres comer algo rápido, práctico, y salir a pasear. Solemos optar por una ensalada, pues nos parece la mejor opción y la más saludable. Sin embargo, el bocadillo también lo es, solo debes saber como prepararlo. Hoy te vamos a enseñar cómo preparar bocadillos saludables. 

Cuando pensamos en un bocadillo nos viene automáticamente a la mente la imagen de un trozo de pan blanco de barra relleno de chorizo, jamón o queso, una opción calórica y con grasas saturadas nada saludables. Pero la cocina se ha internacionalizado y ahora podemos elegir entre una gran variedad de alimentos y combinarlos consiguiendo bocadillos saludables.

Lo importante, como dijimos, es saber combinar bien los ingredientes para obtener un bocadillo equilibrado. Así se trate de una sola comida como si es un tentempié. Se puede comer bien sin saber cocinar. De hecho, la cocina sencilla puede ser la más sana y rica en nutrientes.

Consejos para preparar bocadillos saludables

  • Cuando hablamos de hidratos de carbono es muy importante la cantidad. Recuerda que el pan rico en carbohidratos por lo que, en general, una ración equilibrada será un bocadillo de entre 60 y 80 gramos.

  • Para preparar bocadillos saludables también es importante la calidad. Elige siempre panes (pitas, tortillas de maíz, muffins caseros) elaborados con cereales integrales, son más ricos en fibra que los panes blancos. No solo te saciarán más, sino que además cubrirán mejor tus necesidades nutricionales.

  • Opta por aceite de oliva virgen o extra para aliñar tus bocadillos.

  • Como fuente de proteínas puedes optar por pechuga de pollo o pavo, que son carnes magras. Pero también puedes preparar tu bocadillo con huevos (en sus múltiples formas: duro, tortilla o frito), quesos con poca grasa o conservas. Atúnsardinas, salmón, boquerones o anchoas son buenas ideas para preparar un bocadillo de vez en cuando. Elige los productos bajos en sodio si sufres de hipertensión.

  • Acostúmbrate a añadirle al bocadillo siempre un puñado de hojas de vegetales. Además de incorporar fibra a tu dieta, le estás sumando nutrientes. La rúcula, los berros o la lechuga iceberg son buenas elecciones, y combinan y contrastan el sabor de muchos alimentos. También puedes ponerles pepino, cebolla o espárragos.

  • La fruta es también una buena combinación para preparar bocadillos, especialmente la piña o la manzana.

  • No acompañes tus bocadillos con guarniciones que te aporten un extra de calorías como patatas fritas (piensa que las 290 kilocalorías de 100 gramos de patatas chips pueden plantarse en tu abdomen en un abrir y cerrar de ojos).

  • Súper importante: no abuses de las salsas, ya sean mayonesas o salsas de tomate, en tus bocadillos. Este tipo de condimentos están llenos de grasas y de azúcares, que además de no nutrirte te van a engordar. Si vas a pedir el bocadillo en un bar o restaurante, pide que te sirvan las salsas aparte.

Como verás los bocadillos también pueden ser una opción saludable, ¡solo tienes que elegir los ingredientes adecuados! Y cuidado con la cantidad,  ¡Aquí el tamaño sí que importa!

Hacer deporte durante una lesión no es una tarea imposible

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El objetivo principal de mantenernos activos durante una lesión o la recuperación de la misma es evitar una posible atrofia o debilitamiento de los músculos y articulaciones que se mantienen sanos.

Hay algunos ejercicios que se pueden hacer con una lesión, que nos ayudarán a no perder toda la fuerza y resistencia que hemos ganado. Asimismo, nos ayudará para que una vez superada la misma, podamos volver sin demasiado esfuerzo adicional al  estado de forma que teníamos en el momento de producirse.

Existen muchas actividades para mantener la forma dentro de nuestras limitaciones, como la gimnasia pasiva, los masajes, lo estiramientos de las zonas no lesionadas, los ejercicios isométricos o la gimnasia hipopresiva.

tener claras dos ideas

  1. Estar lesionado no es sinónimo de estar inactivo.

  1. Jamás se debe realizar una actividad física que sea incompatible con nuestra lesión.

Por lo tanto, el primer paso que debemos dar, si queremos hacer deporte con una lesión, es consultar con nuestro médico o fisioterapeuta. Si lo que nos recomiendan es reposo absoluto no hay nada que hacer, pero si no es el caso, nos pueden asesorar para saber qué tipo de deporte o ejercicios podemos asumir dependiendo de nuestra dolencia.

También es sumamente importante cuidar nuestra alimentación en este periodo. Cuando realizamos alguna actividad física, nuestro cuerpo está acostumbrado a una cierta cantidad de calorías. Con una lesión debemos reducir las calorías que ingerimos, pues hemos reducido la carga de trabajo. 

Con el agua sucede todo lo contrario. Es más que probable que si nos movemos menos, tengamos menos sed, pero debemos intentar estar permanentemente bien hidratados para mantener el perfecto funcionamiento de todos los procesos orgánicos.

Por último, pero no por ello menos importante, mentalmente también debemos estar preparados para este periodo con:

  • Prudencia, para evitar a toda costa que nuestra lesión se agrave.

  • Paciencia, para adaptarnos a nuestra “nueva” realidad.

  • Determinación, para saber que de todo se sale, y que una lesión no debe desmoralizarnos.

Ya lo sabes, hacer deporte con una lesión es compatible, pero has de tener precaución y consultar con profesionales antes de empezar.

 

Cómo evitar las lesiones más comunes

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Un buen trabajo preventivo nos hará más fuertes y alargará nuestra vida deportiva evitando las lesiones más comunes.

Cuando eres deportista siempre estas marcándote retos y entrando para alcanzarlos. Por esta razón, debemos  seguir unas pautas preventivas, para saber cómo evitar lesiones comunes y mejorar nuestro rendimiento. 

Algunos estudios recientes señalan que las lesiones musculares suponen más del 30% de todas las lesiones dentro del ámbito deportivo amateur. 

Normalmente el primer síntoma lo vamos a sentir durante la práctica deportiva o en proceso posterior al entrenamiento. En el caso de que sea durante la práctica, lo ideal es evaluar la situación y tomar la decisión más restrictiva para evitar que las molestias o dolores empeoren. Lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud para su evaluación y diagnóstico.

Los días que una lesión nos puede tener apartados de la práctica deportiva dependerán en mayor medida de las decisiones que tomemos justo en el momento de la incidencia lesional. La exploración y el tratamiento adecuado serán otras de las actuaciones a seguir a la mayor brevedad posible. Sin embargo, hay formas en las que puedes seguir entrenando durante una lesión, pero debe ser con algunas precauciones. 

Es importante que analicemos el origen de la lesión para que no nos pase nuevamente. Los días de recuperación son ideales para ello. 

Hay ciertos procesos que debemos tener presentes antes de iniciar nuestra actividad diaria para evitar lesiones

  • Calentamiento previo es fundamental para evitar lesiones. Antes de iniciar nuestra sesión, este es el proceso ideal para generar temperatura corporal y muscular y así asegurar un inicio adecuado para la práctica deportiva. Según qué actividad, un calentamiento articular debería ser parte activa en este proceso, y enfocarse a deportes como el tenis, el pádel, la natación, etc.

  • Progresión en la sesión para evitar gestos bruscos o explosivos cuando aún no estamos preparados para ello.

  • Evitar impactos de manera continua si no estamos adaptados a ellos, o saltos desde plataformas muy elevadas con riesgo de ciclos de estiramiento y acortamiento (CEA) de forma agresiva es una forma de evitar lesiones.

  • Dar importancia al trabajo de flexibilidad y elasticidad a través de ejercicios que mejoren nuestros rangos de movimiento y nuestra tolerancia a ciertas posiciones o posturas.

  • Estirar siempre al finalizar nuestra actividad es necesario para evitar lesiones. Siempre involucrando el tren superior e inferior.

  • Trabajo de CORE para mejorar nuestro balance postural y estabilidad de columna.

Acudir a un fisioterapeuta es otra herramienta que mejorará sustancialmente nuestro estado general. Podrá ordenar de manera adecuada nuestra anatomía y mejorar molestias asociadas a la práctica deportiva.

Como conseguir una alimentación equilibrada

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Lo más importante para conseguir establecer una alimentación equilibrada es que sea…

  • Suficiente.

  • Equilibrada.

  • Saludable.

Si cumplimos con estas tres premisas obtendremos una alimentación equilibrada y un óptimo estado de salud que nos permitirá llevar a cabo las distintas actividades de nuestro día a día. Para poder llevarla a cabo no nos podemos olvidar de incluir en nuestra dieta hidratos, grasas, proteínas, vitaminas, minerales, además de una buena hidratación.

Debemos eliminar de una vez por todas ese pensamiento tan extendido que dice que no hay que comer grasas, que hay que comer muchísima proteína y que los hidratos deben ser escasos. Todo es necesario para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. El secreto para obtener una dieta equilibrada y saludable, está en saber cómo, cuándo y en qué cantidades comer cada cosa a lo largo del día.

CADA DIETA ES DIFERENTE

No hay que compararse ni utilizar la dieta del vecino. No todo es válido para todos. Cada persona tiene un gasto calórico distinto según la actividad física que practique, las calorías que ingiera en los alimentos que consume. etc. Algo que también es muy importante, debemos tener en cuenta y mucha gente desconoce es el  metabolismo basal. ¿Qué es? Es el consumo energético que gastamos cada uno de nosotros en reposo. Como este consumo no es el mismo para todo el mundo, de ahí que a veces veamos resultados distintos entre dos personas que comen y practican una actividad física similar.

Todos tenemos unas necesidades basales distintas según el sexo, superficie corporal, edad etc. A partir de estas, podemos tener una rutina dietética diaria específica.

En lo que respecta a los alimentos, hay que tener en cuenta que hay muchos alimentos trampa. Hay que tener mucho cuidado con la letra pequeña de las etiquetas ¿Te fijas en los azúcares? Es muy común ver como se comen alimentos sin miramientos solo por saber que tienen pocas grasas sin darnos cuenta de que el problema no reside en estas. Nosotras siempre recomendamos acudir a un especialista que nos ayude a entender y que nos paute de manera personalizada. Al menos al principio.

Alimentación equilibrada en el deporte

Si hablamos de la alimentación en el deporte, hablamos de adecuarla para obtener un rendimiento óptimo.  No podemos comer lo mismo practicando deporte que sin hacerlo. El gasto energético varía según la intensidad, la duración, el tipo de entrenamiento, el estatus de entrenamiento y la dieta previa al ejercicio. De ahí que insistamos en que debemos llevar una alimentación adecuada a nosotros y al momento que vivamos.

Eso sí, no olvidemos también de disfrutar de los caprichos que liberan nuestra mente, endulzan nuestro paladar y nos aportan felicidad.

6 consejos para cocinar sin gluten

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Cocinar sin gluten no debe ser un problema. Solo es una cuestión de tomar unas pequeñas precauciones.

La celiaquía es una dolencia autoinmune sistémica que se desencadena por una intolerancia al gluten (una proteína de cereales como el trigo o el centeno). “Lo que sucede en una persona celiaca es que el lugar por dónde se absorben los nutrientes se atrofia. Esto podría generar déficits (como anemia, osteoporosis) que desencadenan en enfermedades secundarias (diabetes, hipotiroidismo) y llegar a ser de carácter grave e irreversible (linfoma)”, nos explica Izaskun Martín-Cabrejas, responsable del Departamento de Seguridad Alimentaria de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE).  

Llevar una dieta sin gluten permite la absorción de todos nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. “Se estima que un 1% de la población es celíaca: en España serían unas 470.000 personas. Sin embargo, hay mucha gente sin diagnosticar. Se cree que hay más de un 80% de los celíacos sin diagnosticar, debido a la complejidad de los síntomas y enfermedades derivadas”, comenta la nutricionista.

Consejos para una dieta sin gluten

Estas recomendaciones de la FACE pueden ayudarte a preparar alimentos exentos de gluten:

  1. Lee la información nutricional de los productos, fíjate en la etiqueta aquellos que aparecen en negrita, subrayados o en cursiva. Se trata de los alérgenos. En este caso, serán los cereales con gluten (trigo, centeno, cebada, avena, escanda, espelta, triticale, farro, kamut, espelta verde y bulgur).“Los catorce alérgenos de declaración obligatoria, entre los que se encuentra el gluten, deben de declararse en el etiquetado de una manera especial. Facilitando así al consumidor alérgico, intolerante o celiaco su detección”, añade la nutricionista. Por su parte, FACE elabora todos los años un libro de productos sin gluten, gracias a las analíticas que envían los productores de alimentos. De esta forma ellos comprueban la ausencia de gluten en los productos. 

  2. Dispón de un espacio limpio en la cocina para que no exista contaminación cruzada de alimentos con a sin gluten. La contaminación cruzada es el proceso a través del cual los alimentos sin gluten entran en contacto, de manera directa o indirecta, con alimentos con gluten, dejando de ser seguros para las personas celiacas.

  3. Lávate las manos antes de cocinar. Siempre hay que tenerlo en cuenta se cocine con o sin gluten.

  4. Evita utilizar el mismo tostador, “este pequeño electrodoméstico debe de ser exclusivo”, recomienda la nutricionista.

  5. No emple palas y tablas de madera. Son de material poroso y por tanto puede acumular gluten.

  6. El microondas y el horno se pueden compartir en una cocina, siempre y cuando, el producto sin gluten esté correctamente tapado o empaquetado, para que no pudiese entrar en contacto con ninguna partícula en suspensión.