un viejo amigo de nuestra salud
Conocido hace más de 5.000 años el ajo es, además de un excelente sazonador, un remedio para curar y prevenir ciertas enfermedades. El ajo es, tal vez, uno de los alimentos curativos más conocidos desde la Grecia clásica o el antiguo Egipto. Pero, ¿cuáles son esas supuestas propiedades medicinales? ¿serán todas verdad? A continuación, descubriremos cuáles son las verdades y mitos sobre el ajo .
Para empezar es importante saber que este apreciado bulbo de la especie Allium sativum contiene esencias sulfuradas, es decir, compuestos de azufre, entre sus principios activos. La alinina es una sustancia sin olor ni sabor que se libera cuando se aplasta el diente de ajo crudo convirtiéndose en otro compuesto la alicina, responsable del típico olor fuerte de este bulbo. A ella es a quien precisamente se le atribuyen los poderes medicinales.
Aquí están otras verdades y mitos sobre el ajo:
Previene enfermedades del corazón
Verdadero. Estudios experimentales y clínicos confirman los efectos beneficiosos del ajo en la prevención de enfermedades cardiovasculares, ya que reduce el riesgo cardiovascular. No sólo disminuye, aunque de manera modesta, la concentración de colesterol malo (LDL) en la sangre, además reduce el bloqueo de las arterias y baja la presión arterial alta. Los efectos cardioprotectores del ajo dietético se deben en gran parte por la producción de sulfuro de hidrógeno.
Tiene propiedades antiinflamatorias
Verdadero. El ajo puede promover un ambiente antiinflamatorio mediante la modulación de citoquinas en la sangre humana. Las citoquinas son proteínas capaces de coordinar la respuesta del sistema inmunológico.
Reduce la hipertensión
Verdadero. El extracto de ajo envejecido reduce la presión arterial. Además este suplemento mejora la rigidez de las arterias y la inflamación. Sus beneficios se deben a las sustancias bioactivas del azufre.
Reduce los niveles de azúcar en la sangre.
Falso. No se ha comprobado la eficacia del ajo para mejorar la diabetes, según datos del Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral (NCCIH por sus siglas en inglés).
Combate resfriados
Falso. Aunque popularmente se le ha atribuido propiedades para curar resfriados, la realidad es que no hay pruebas suficientes sobre sus efectos en el tratamiento o la prevención de los resfriados.
Mejora la circulación sanguínea
Verdadero. Los polisulfuros orgánicos, unos compuestos derivados del ajo, son convertidos por los glóbulos rojos en sulfuro de hidrógeno que relaja el músculo liso de los vasos sanguíneos, produce la dilatación de los vasos sanguíneos y reduce de forma significativa la presión arterial. Hay estudios que confirman la capacidad potencial del ajo para evitar la calcificación de las arterias del corazón
Tiene acción anti cancerígena
Verdadero. Hay estudios en los que también se muestra que las sustancias del ajo pueden disminuir el riesgo de cáncer de estómago, según informa el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Aunque no todas las propiedades del ajo sean ciertas, vale la pena añadir esta pequeña joya en nuestros platos para equilibrar los sabores y aromas de los alimentos.v