7 Consejos para combatir el estrés postvacacional

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¿A quién no le cuesta volver a la rutina después de las vacaciones de verano? Puede que tú seas, además, de esas personas a las que la vuelta al trabajo les resulta especialmente complicada. Si al regresar de tus vacaciones te sientes con falta de energía o motivación, puede que tengas estrés postvacacional, un síndrome que según los expertos padecen el 30% de los trabajadores al final del verano.

El estrés postvacacional, tenga la causa que tenga, se puede prevenir y combatir con algunas pautas que harán que la vuelta al trabajo sea un poco menos dura. Toma nota:

1. Levántate pronto unos días antes de reincorporarte

Cuando estamos de vacaciones solemos cambiar nuestros horarios drásticamente, por ello, si te levantas temprano unos días antes de empezar el trabajo, te resultará más fácil volver a tu rutina habitual.

2. Regresa de tus vacaciones unos días antes

Regresar unos días antes si te encuentras fuera, te puede ayudar a reducir el estrés postvacacional ya que, como en el punto anterior, te sirve para aclimatarte de forma más paulatina a tu vida laboral.

3. Dividir los días de vacaciones

El síndrome postvacacional suele darse más en personas que tienen periodos de vacaciones muy largos. Es aconsejable dividir estos a lo largo del verano para hacer tu vuelta al trabajo menos difícil.

4. Mira el lado positivo

Concéntrate en las ventajas que tiene volver a trabajar, ¡no todo debe ser tan malo como crees! De esta forma, evitarás pensar que es una carga y lo enfocarás desde otra perspectiva.

5. Pon tu despertador diez minutos antes

Sobre todo los primeros días de readaptación, el que salgas antes de la cama ayuda a que tengas más tiempo para llegar al trabajo y te reducirá el estrés de las habituales prisas mañaneras.

6. No te cargues de trabajo el primer día

Si tienes autonomía o la posibilidad de organizarte las tareas, racionalizar tu carga los primeros días es otra cosa que te puede ayudar a evitar el estrés.

7. Realiza actividades saludables

Hacer deporte y llevar una buena alimentación, aunque no esté directamente relacionado con el trabajo, influye. Por eso, te recomendamos no descuidar en el ejercicio físico, sobretodo los primeros días de regreso. Y comer productos ricos en Omega 3, como el atún o las sardinas, que además de cuidar de tu corazón, tienen efectos antidepresivos.

Siguiendo estos consejos la vuelta al trabajo dejará de ser un agobio cada vez que salgas de vacaciones. También, de esta forma, podrás disfrutar más de tus días de desconexión, sin frustrarte los últimos días pensando que ya debes volver.

¿Sabes en qué contenedor va cada residuo? Supera este test… si te atreves…

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Reciclar es una de los objetivos principales del desarrollo sostenible.  Poco a poco, se han ido implementando medidas para contener los desperdicios según el tipo de residuo y se está creando conciencia sobre ello.  Pero, ¿Sabes si estás clasificándolos de forma correcta?

 

Pon a prueba tus conocimientos sobre el reciclaje en el siguiente test:

 

 

1.     ¿Dónde desechas las bombillas fundidas?

 

A.    En centro de recogida de un punto limpio.

B.    Las pongo con los residuos generales.

C.    Las tiro en el contenedor de los cristales.

 

 

2.     Tu móvil dejó de funcionar, ¿dónde lo tiras?

 

 

A.    No los tiro, los voy guardando todos en un cajón.

B.    Los llevo a los puntos de recogida en las tiendas.

C.    Los echo en el contenedor amarillo.

 

 

3.     Y los corchos de los vinos, ¿en que contenedor los sueles reciclar?

 

A.    Con  las botellas, en el de vidrio.

B.    En el azul del papel, porque es material orgánico de los árboles.

C.    Los tiro en el contenedor gris de residuos generales.

 

4.     Terminas de cocinar y te ha quedado aceite en la sartén. ¿Qué haces?

 

A.    Echo el aceite en la pila de fregar.

B.    Lo pongo en un frasco de cristal y lo echo al contenedor del vidrio.

C.    Lo coloco en una botella de plástico y lo llevo a un punto Limpio.

 

 

5.     ¿Qué haces con las latas después de abrirlas y consumir el contenido?

 

A.    Las echo en el contenedor de residuos generales.

B.    Las reciclo y las echo en el contendor amarillo.

C.    Las coloco en el contenedor verde junto con los cristales.

 

 

6.     Los bastoncillos de algodón son de uso común para la higiene personal.  Una vez que los usas, ¿sabes qué tienes que hacer con ellos?

 

A.    Es orgánico, por eso los tiro en el contenedor de residuos orgánicos.

B.    Las desecho en el contenedor de residuos generales.

C.    En el contenedor azul de papel.

 

 

7.     Los mecheros son de plástico, usan inflamable y piedrecillas para poder encenderse pero, ¿dónde deberíamos depositar nuestro encendedor cuando ya no nos sirva?

 

A.    Lo llevo a un centro de acopio de un Punto Limpio.

B.    Lo desecho en el contenedor de residuos generales.

C.    En el contenedor de plástico.

 

8.     Los cepillos de dientes hay que cambiarlos cada 3 meses. ¿Sabes cómo desecharlos?

 

A.    El contenedor amarillo, por ser un producto de plástico.

B.    Lo desecho en el contenedor de residuos generales.

C.    Es orgánico, por eso podemos echarlo este tipo de contenedor.

 

 

9.      Has cambiado de auriculares por enésima vez en el año, ¿cómo los reciclas?

 

A.    En el contenedor de residuos generales.

B.    El contenedor de plástico.

C.    Lo llevo a un punto limpio.

 

10.  Dicen que romper un espejo trae 7 años de mala suerte… Pero no reciclarlo correctamente contamina el planeta ¡que es peor! ¿Dónde pones tú los espejos que desechas?

 

A.    Como las copas de cristal, se deben llevar a un punto Limpio.

B.    En el contenedor verde del vidrio.

C.    En el contenedor de residuos generales.

 

 

Solución del test

 

·      PREGUNTA 1 Respuesta A (3 puntos) 

·      PREGUNTA 2 Respuesta B (3 puntos) 

·      PREGUNTA 3 Respuesta C (3 puntos) 

·      PREGUNTA 4 Respuesta C (3 puntos) 

·      PREGUNTA 5 Respuesta B (3 puntos) 

·      PREGUNTA 6 Respuesta B (3 puntos) 

·      PREGUNTA 7 Respuesta B (3 puntos) 

·      PREGUNTA 8 Respuesta A (3 puntos) 

·      PREGUNTA 9 Respuesta B (3 puntos) 

·      PREGUNTA 10 Respuesta C (3 puntos) 

 

 

 

Comprueba tu puntaje

 

Entre 1 y 10 puntos

 

Estás iniciando, aunque hay algunos productos que te generan dudas. Debes investigar un poco más sobre cómo reciclar correctamente.

 

 

Entre 11 y 20 puntos

 

Estás en un promedio aceptable, aunque no estaría mal que incorporases más hábitos comprometidos con el desarrollo sostenible.

 

 

Entre 21 y 30 puntos

 

¡Felicidades! Eres un maestro del reciclaje. Sin duda alguna eres responsable con el medio ambiente.

5 pasos para tener tu propio huerto en casa

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¿Sabías que tener plantas en casa ayuda a limpiar el ambiente purificando el aire y regulando la humedad?  También, si quieres empezar a cuidar tu dieta diaria, cultivar tus propios alimentos te hará disfrutar de comidas más saludables y libres de pesticidas.

 

En Calvo queremos ayudarte a crear tu propio huerto en casa. No te preocupes, sólo tienes que seguir estos 5 sencillos pasos:

 

ELEGIR LA UBICACIÓN

 

Lo primero que debes tener en cuenta para tener tu propio huerto en casa es la ubicación. Buscar un lugar apropiado en nuestro hogar es fundamental. Si no tienes un patio o un balcón, no hay problema,  puedes colocar varias macetas o hacer un jardín vertical. Lo más importante es que el lugar que escojas le de directamente el sol y tengas una toma de agua cercana.

 

SELECCIONAR LAS PLANTAS

 

Si eres novato/a en el mundo de la horticultura, lo ideal es escoger plantas de crecimiento rápido. Requieren por lo general menos cuidados y mantendrán tu pequeño huerto siempre con vegetales y hortalizas frescos listos para preparar tus platos favoritos. Aquí tienes algunos alimentos ideales para principiantes: pimientos, tomates, calabazas, calabacines, fresas, cebollas, acelgas…

 

RECIPIENTES PARA EL HUERTO

 

Escoger los recipientes adecuados para tu huerto en casa dependerá del espacio con el que cuentes y de lo que estés dispuesto a invertir. Hay una variedad inmensa de posibilidades, por eso, vamos a clasificarlos en 4 categorías, para que puedas guiarte mejor al momento de elegir:

 

1.     Mesas de cultivo: Ideales para cultivar distintos alimentos en un solo espacio.

2.     Jardines y macetas: Son menos costosos y sirven para cultivos que requieren su propio espacio.

3.     Jardines verticales: Sirven como decoración y se adaptan a los espacios reducidos usando solo una pared.

4.     Macetas colgantes: Suelen ser muy económicos y los puedes colgar en balcones y terrazas.  

 

Como ves hay muchas opciones, empieza con la que mejor se adapte a tus necesidades y al espacio con el que cuentas.

 

 

QUÉ TIERRA DEBO ELEGIR

 

Ya tenemos un espacio y hemos elegido el recipiente ideal para nuestro huerto en casa. Ahora, ¿qué tierra debemos usar? Elige un sustrato que retenga bien el agua, sea rico en nutrientes y sea poroso; ya que las raíces requieren del aire que hay en los poros de la tierra. Si aún no tienes mucha experiencia, te recomendamos que vayas a una tienda especializada para huertos. Ellos te ayudarán a escoger la mejor opción.

 

 

CÓMO REGAR

 

Lo último que debes saber, para que tu huerto funcione sin problemas, es la cantidad y frecuencia con la que debes regar tus alimentos. En este caso, dependerá mucho de lo que vayas a plantar en tu huerto, pues cada alimento se riega de forma diferente. Sin embargo, nunca te excedas al echarle agua. Pasarse con el riego no hará que tus plantas crezcan mejor o más rápido. Por el contrario, puedes ocasionar que la planta se ahogue o le salgan hongos.

 

Para regar utiliza mangueras, jarros o cualquier recipiente que te permita realizar la función de regado. Por último, es importante que consideres un sistema de desagüe en el recipiente que vayas a utilizar. Esto servirá para que el agua drene y evitemos excedentes.

 

 

¡Y eso es todo! Siguiendo estos 5 sencillos pasos podrás tener tu propio huerto en casa y comenzar a disfrutar de alimentos frescos en cada una de tus comidas.

 

 

10 consejos para tener un hogar más sostenible

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Todos queremos cuidar el planeta, sin embargo, a veces esas acciones las realizamos cuando estamos en la calle y no sabemos qué hacer para poder ayudar a cuidarlo cuando estamos en casa. La única acción que solemos aplicar siempre es reciclar nuestras basuras, pero hay muchas más…

 

Te dejamos algunas ideas de cómo convertir tu hogar en un espacio más sostenible, a través de pequeños cambios en nuestro día a día.  

 

 

1.     Reutiliza

 

Es una forma sencilla de disminuir la generación de desechos. Por ejemplo, usa los envases de vidrio para colocar otros productos como arroz, azúcar, sal, etc. También, otra forma de reutilizar, es usar los papeles impresos para tomar apuntes. Por último, cuando laves tus frutas y verduras, usa un contenedor y utiliza el mismo agua para regar las plantas.

 

 

2.     Menos plástico

 

Los plásticos pueden llegar a tardar 700 años en desintegrarse. Por eso, cuando vayas a hacer tus compras trata de elegir productos que no tengan envases plastificados. Compra a granel o usa bolsas de tela para poner tus frutas y verduras. Estas pequeñas acciones marcarán la diferencia.

 

 

3.     Consume alimentos ecológicos

 

Otra forma de tener un hogar más sostenible es comenzar a consumir productos ecológicos. Estos productos están libres de químicos, como pesticidas y herbicidas. De esta forma, no solo contribuyes con el desarrollo sostenible, si no también con tu salud. ¿Conoces ya nuestra gama bi-linea de productos ecológicos?

 

4.     Crea armarios sostenibles

 

Renovar la ropa suele ser una de las actividades con la que más contaminamos. Te recomendamos comprar alguna de tus prendas en tiendas de segunda mano cuando quieras actualizar tu vestuario. Hoy en día existen múltiples aplicaciones y puntos de venta que han desarrollado perfectamente este concepto.

 

 

5.      Disminuye el consumo de energía

 

Hacer cambios pequeños para tener un hogar más sostenible te ayudará a ahorrar en el consumo de energía. Usa bombillas led para tener iluminadas solo las habitaciones el tiempo que estás en ellas y  desconecta cualquier aparato electrónico que no estés utilizando.

 

6.     Cocina con responsabilidad

 

Cuando estés preparando tu comida o simplemente hirviendo agua, tapa los recipientes. De esta forma, lograrás una mejor cocción de tus alimentos, cocinarás más rápido y ayudarás al planeta.

 

 

7.     Carga por completo tu lavadora y lavavajillas

 

Cuando tengas que lavar tu ropa, evita el prelavado y usa el agua fría siempre que te sea posible. Asimismo, al igual que con el lavavajilas, espera a que esté lleno por completo para utilizarlo. Si pones en marcha estos electrodomésticos con solo 2 ó 3 cosas gastarás decenas de litros de agua innecesariamente.

 

8.     Evita los excesos de comida

 

Consumir en demasía algún alimento es perjudicial para tu salud porque tu cuerpo no llega a asimilarlo. Además, agotas innecesariamente recursos escasos. Por ejemplo, si comes más carne de la que tu cuerpo necesita, ese exceso se convertirá en desecho. Tu cuerpo sólo se nutre de las cantidades necesarias para seguir funcionando.

 

 

9.     Cuida el agua

 

Invertir más de cinco minutos en la ducha es innecesario, y además desperdicias miles de litros de agua en ello. Abre y cierra el grifo después de lavarte las manos, la cara o de cepillarte los dientes. Y cuando te duches, cierra el grifo mientras te enjabonas y te pones champú. Esto hará que tu hogar sea más sostenible, te ahorrarás dinero y cuidarás un recurso natural vital.

 

 

10.   Recicla

 

Como hemos dicho al principio, reciclar es uno de los hábitos que más utilizamos. Para hacerlo de forma correcta echa los desperdicios en contenedores diferentes, clasificándolos según el tipo de residuo (plástico, papel y cartón, orgánico y vidrio). Recuerda que existen puntos limpios donde puedes llevar todo lo que no puedes depositar en los contenedores habituales, como baterías y objetos electrónicos.

 

 

Como ves son pequeñas acciones las que pueden generar grandes cambios. Recuerda la importancia del cuidado del consumo de los recursos y comienza a formar parte de este movimiento a favor del desarrollo sostenible. De nosotros depende cuidar y salvar el planeta.

 

 

10 cosas cotidianas que no reciclamos bien

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Cada vez son más las personas que toman conciencia sobre la importancia del cuidado del medioambiente. Y reciclar es una de las prácticas más comunes que contribuyen a mejorar esta problemática, además de ser una acción que puedes hacer desde casa.  

 

Consiste en clasificar residuos según sus características: si es un desecho orgánico lo echamos en el contenedor gris, si es plástico en el contenedor amarillo, el papel en el azul y si es vidrio en el verde.  Sin embargo, hay envases y residuos que terminan en el contenedor equivocado.

 

A continuación, te damos una lista de 10 cosas que no solemos reciclar bien ¿o sí?

 

 

1.     BOMBILLAS

 

A simple vista, reciclar bien las bombillas parece fácil. Como es vidrio, lo deberías poner en el contenedor verde, sin embargo, esto dependerá de los componentes electrónicos que tenga. Si son bombillas tradicionales deberás arrojarlos en el contenedor gris, pero si son fluorescentes o led, es mejor llevarlo a las tiendas donde las venden para que las envíen a fábrica.

 

 

2.     ELEMENTOS DE CRISTAL (VASOS, CENICEROS Y ESPEJOS)

 

Los cristales contienen materiales diferentes a los de un vidrio, tanto en la temperatura de la fusión como en el tratamiento son distintos. Por ello, para poder reciclarlo de forma correcta deberás desecharlo en el contenedor gris o  llevarlas a un punto verde (una instalación dedicada a la recogida y catalogación de los residuos).

 

3.     BRICKS

 

Reciclar los bricks es más complejo de lo que parece. Debido a su composición, están formados por distintas capas de plástico, aluminio y cartón. Aunque parezca extraño, deberás desechar los bricks en el contenedor amarillo.

 

 

4.     PAPEL DE COCINA (Servilletas, Pañuelos)

 

Mucha gente comete el error de depositarlos después de usarlos en el contendor para papel, pero al tener restos de comida estos residuos los deberás echar en el contenedor orgánico.

 

5.     PAPEL FILM Y DE ALUMINIO

 

Son de los productos más usados en las cocinas, pero ¿cómo reciclarlos?

El film como todo plástico debes echarlo en el contenedor amarillo, y aunque parezca extraño el aluminio también es un residuo que se puede echar al mismo contenedor.

 

6.     ENVASES DE LATA

 

Podemos tener dudas acerca de dónde arrojar los envases de aluminio. Normalmente, solemos tirar estos envases en el contenedor gris. Sin embargo, los envases enlatados, las tapas y bandejas deberás echarlos en el contenedor para plástico.

 

7.     ACEITE USADO

 

Este residuo suele ser un gran dilema a la hora de reciclar. La mayoría de personas opta por no hacerlo debido a la confusión que causa, casi el 90% de las veces termina en el fregadero al momento de lavar los platos. Sin embargo, la forma más sencilla para que recicles el aceite usado, es esperando que enfríe. Luego, lo colocas en una botella de plástico y se lleva al punto limpio, un centro de reciclaje o a los contenedores urbanos específicos para aceites que pueden encontrarse en algunos municipios.

 

8.     MASCARILLAS DESECHABLES

 

Un elemento que estamos usando diariamente, hecho de polipropileno  y que tarda 450 años en descomponerse.  Es por esto que debemos ser responsables con su correcto reciclaje y desecharlas en los contenedores de residuos sanitarios.

 

9.     APARATOS ELECTRÓNICOS

 

La desinformación hace que muchos terminen desechando estos productos  en contendores equivocados o los dejan fuera de cualquiera de ellos para que alguien se los lleve. Los aparatos electrónicos están hechos con elementos nocivos como fósforo, mercurio y gases refrigerantes. Es por esa razón, que la mejor forma de reciclarlos es que los lleves a una planta autorizada.

 

10.   TAPONES DE CORCHO

 

En el caso de los tapones de corcho lo mejor es que los deseches en los contenedores para basura orgánica, ya que suelen quedar con restos del producto que tapan.

4 ideas originales para reciclar tus latas

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Además de conservar bien los alimentos, las latas pueden tener miles de utilidades. Si las reutilizas, no solo estarás ayudando al medioambiente, también te divertirás en el proceso. Crearás objetos nuevos y originales que serán perfectos para decorar tu casa. Te dejamos algunas ideas de cómo reciclar tus latas.

1.     Macetas

Una idea muy fácil para reciclar tus latas es hacer maceteros o floreros para plantas y hierbas aromáticas, y tenerlas siempre a la mano a la hora de cocinar. Incluso como semilleros para tu pequeño jardín o huerto. 

Para decorarlas puedes forrarlas con papeles de colores, pintarlas con tu color favorito o pegarles piedras de mosaico. ¡La creatividad la pones tú!

2.     Candelabros

Existen muchas maneras de transformar tus latas en candelabros. Una opción para que queden muy monas es agujerear la lata con alguna forma que te guste y así crear efectos de luz y sombra. Otra opción, es rellenar la lata con cera y colocar tu propia mecha. Cualquier opción que uses seguro que queda genial y te puede servir para decorar el jardín, la mesita de noche o algún rincón de casa.

3.     Organizadores

Esta opción es un clásico para reciclar tus lata. Después de limpiar bien la lata y eliminar las etiquetas, decóralas como más te gusten. Puedes pintarlas con pintura en spray o forrarlas con papel de regalo. Luego, utilízalas para guardar objetos pequeños que siempre acumulamos en casa como botones, clips, monedas, joyería, etc.

4.     Elementos decorativos o regalos creativos

Crea adornos colgantes para decorar las ventanas o utiliza las latas para hacer tu propio marco de fotografías. También, puedes combinar varias latas de diferentes tamaños, rellenar el interior (con dulces, muñecos, fotos, etc.) y que te sirvan como regalos para tus amigos o tu familia. 

 

Ahora que sabes cómo reciclar de una mejor forma tus latas y darles una nueva vida, ¿te animarás a darles una segunda vida?

Consejos para un consumo responsable de alimentos

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Desde Calvo promovemos siempre el cuidado del Medioambiente y por eso nos preocupa mucho el consumo responsable, porque además de beneficiar a tu salud ayuda a conservar nuestro bonito planeta azul.

BENEFICIOS DEL CONSUMO RESPONSABLE

 

Lo mejor de consumir nuestros alimentos de forma responsable es que podemos cuidar el medioambiente generando un menor impacto en él. Si compramos solo lo que vamos a consumir, estaremos reduciendo enormemente nuestros desechos.

 

Por otra parte, alimentarse de forma apropiada ayuda a mejorar nuestra salud. Normalmente, las personas solemos comer más de lo que requiere nuestro cuerpo para tener energía y nutrientes. Comer demasiado no es sinónimo de una buena alimentación. Recuerda que tu cuerpo solo absorbe los nutrientes que necesita. Por ello, te animamos a mantener una dieta equilibrada que incluya cereales, frutas, carnes, pescado y verduras.

prácticas de alimentación responsable

 

La alimentación responsable, no solo involucra tener una alimentación equilibrada, si no también consumir con cabeza. Para ello, te sugerimos algunas sencillas pautas que puedes hacer en tu día a día para mejorar el cuidado de nuestro planeta.

 

1.     Reciclaje

 

Para reciclar de forma correcta es importante organizarnos. Crea un espacio en casa que te permita clasificar los distintos tipos de residuos de tus alimentos y  sepáralos ordenadamente según el tipo de desperdicio. Por ejemplo: desechos generales, desechos orgánicos, papel y cartón, vidrio y plásticos…

 

Siempre hay que tener en cuenta que en el caso de los envases de vidrio debemos limpiarlos correctamente y dejar secar antes de tirarlos. Por otro lado, comprime las botellas de plástico para que ocupen menos espacio al momento de reciclarlas.

 

 

2.     Reducir

 

Aproximadamente un tercio de todos los alimentos que se producen a nivel mundial se desperdician. Por ello, una buena práctica para aprovechar la comida es comprar solo lo necesario, es decir, solo lo que planeamos consumir.  Sobre todo si se trata de alimentos que se estropean rápido como verduras o frutas. Para ello, haz un menú cada semana, de esta forma sabrás exactamente qué necesitas y no comprarás productos de más.

 

 

3.     Reutilizar

 

Viene de la mano del reciclaje. Cada vez que colocas los residuos en su contenedor, estás ayudando a que se creen nuevos productos.

 

Otra forma de reutilizar es, por ejemplo, usando las botellas de plástico o nuestras latas para manualidades o como semilleros, usar los envases de vidrio para guardar otros alimentos, etc… De igual forma, los desechos orgánicos se podrían usar como abono para las plantas.

 

¡Con un poco de ingenio podemos hacer enormes cambios!

 

 

4.     Compra responsable

 

Aquí tienes 5 tips para una cesta de la compra mucho más ecológica:

 

·      Evita comprar productos en envase de plástico

·      Compra alimentos de temporada

·      Elige opciones a granel sobre otros

·      Escoge productos con menos embalaje

·      Usa bolsas de tela para hacer tus compras

 

 

Comienza a incluir estas prácticas en tu día a día para que no sigamos desperdiciando alimentos y cuidemos nuestro medio ambiente

Descubre qué grasas son buenas para tu dieta

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Te invitamos a conocer mejor las grasas.

Durante años se han demonizado las grasas. No solo porque aumentan las enfermedades cardiovasculares, sino porque además engordan. Pero no todas son iguales. Existen grasas buenas para tu dieta que son incluso muy beneficiosas para la salud. 

Las hay saturadas, monoinsaturadas, omega 3, omega 6, trans, colesterol, de origen vegetal o animal, etc. Las grasas son un tipo de nutriente tan necesario para el buen funcionamiento del organismo como lo son los hidratos de carbono, las proteínas, los minerales o las vitaminas.

En la Guía Dietética para los Estadounidenses de 2015-2020, se aconseja que el consumo de grasas saturadas no sobrepase el 10% de las calorías totales que tomamos cada día. Esta recomendación se basa en la evidencia científica que demuestra que reemplazar grasas saturadas por insaturadas reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Tipos de grasas de los alimentos

El aceite de oliva es pura grasa. Pero una grasa saludable compuesta en su totalidad por ácidos grasos (98,5 al 99,5%), entre los que predomina el ácido oleico, un tipo de grasa monoinsaturada. Esta grasa no solo lo hace muy resistente a la oxidación, sino que además es cardiosaludable.

El pescado azul (salmón, atúnsardinas, anchoas) aunque tiene más grasa que el pescado blanco (merluza, lenguado, lubina) es una fuente rica en grasas omega 3. Este alimento tiene grasas buenas para tu dieta, como han demostrado muchos estudios científicos. Este tipo de grasa polinsaturada ayuda a reducir la concentración de colesterol LDL en sangre y evita la formación de coágulos por su acción antiagregantes de las plaquetas.

Las carnes más ricas en grasas saturadas son: el cordero, el cerdo y el vacuno (buey o ternera). La cantidad de grasa depende de la especie, de la edad y de la alimentación que haya tenido el animal y, por supuesto, de la parte del animal donde se extrae la carne (costillas de vacuno, chuletas de cerdo o cordero, panceta y tocino).

Los derivados de la carne (salchichas, hamburguesas, o embutidos) son alimentos altos en grasa saturada. Aunque su composición varía, son de peor calidad nutritiva.

La mayoría de los embutidos de cerdo (chorizo, lomo embuchado, mortadela, salchichón) son altos en grasa saturada por lo que hay que limitar su consumo. Además el cerdo es rico en colesterol, especialmente algunas partes como la panceta y las vísceras (especialmente los sesos). Una excepción es el jamón de cerdo ibérico en el que predominan las grasas monoinsaturadas como en el aceite de oliva. Algunos expertos lo llegan a llamar incluso una aceituna con patas.

El pollo y las aves tienen menos grasa que el cerdo y la ternera. También son consideradas carnes magras el lomo de cerdo, el conejo, el pavo sin piel, el caballo, la codorniz o la perdiz.

7 consejos para hacer senderismo

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Senderismo: una gran idea para todas las estaciones

Caminar por la naturaleza es una actividad que además se puede realizar aunque nuestro estado físico no sea óptimo para la práctica de cualquier otro deporte más exigente. Así que si decides ponerte a ello, pero nunca antes lo habías hecho, aquí tienes una serie de consejos para hacer senderismo que te ayudarán a evitar los problemas más comunes que pueden surgir durante una ruta por el campo.

  1. Elige bien la ruta. Un consejo fundamental para hacer senderismo conocer bien tu ruta, dónde empieza, dónde acaba la ruta, la distancia que vas a recorrer y el nivel de dificultad. Para ello debes tener en cuenta tu nivel de preparación física y tu experiencia. Tú te conoces mejor que nadie, así que no intentes hacer más de lo que puedes.

  2. Lleva siempre un mapa contigo. Ya sea en papel o con una aplicación digital, saber dónde estás en cada momento es fundamental para medir los tiempos de caminata y descanso. Pero sobre todo es imprescindible para evitar extraviarnos y acabar donde no queremos.

  3. Si puedes no vayas sólo. El senderismo es una actividad perfecta para hacer en familia o con un grupo de amigos. Si nadie te puede acompañar en esta caminata, comunica antes la ruta que vas a hacer y el tiempo estimado que te costará realizarla.

  4. Elige bien la ropa y el calzado. En otoño las temperaturas pueden variar mucho a lo largo del día y debes estar preparado para ello. La ropa de agua (una capa o un chubasquero) nunca deben faltar en tu mochila para hacer estas caminatas. Además, para la montaña no sirve cualquier zapatilla. Las torceduras de tobillo y los resbalones son los principales “enemigos” del senderista.

  5. Lleva suficiente comida y agua y consúmelos con moderación. Bocadillos, fruta, barritas energéticas, frutos secos o galletas son el alimento más indicado. Hidrátate bien y bebe en pequeñas dosis pero de manera constante. Calcula siempre llevar algo más de lo que vayas a necesitar para evitar cualquier imprevisto.

  6. Camina con un ritmo constante. El que tú mismo te marques, pero sin cambios de ritmo bruscos. El senderismo no es una competición y cada uno se pone sus propias metas.

  7. Y por último pero no por ello menos importante, cuida el entorno. Nunca dejes en el campo nada que no estuviera allí, y no te lleves nada que no vayas a necesitar. Cumpliendo esa máxima tu ruta será mucho más beneficiosa para ti, y para todos los demás.

¡Ya no hay excusas para no hacer deporte al aire libre aunque bajen un poco las temperaturas!

Cómo alcanzar la felicidad física

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¿La felicidad física es un reto personal? 

Al acabar nuestro ejercicio diario nos invade una sensación de bienestar y alivio. Cuando van pasando las horas del día y vemos que no llega ese momento que reservamos para practicar deporte y liberar el estrés, comienza esa presión por querer cumplir nuestros deberes, y también alcanzar nuestra felicidad física. 

Debemos tener en cuenta algunas claves que resultan relevantes en este aspecto:

  • Definir nuestro reto: Cuando hablamos de retos, todos pensamos en algo a largo plazo o  una prueba deportiva de una alta exigencia física. Sin embargo, el RETO que te planteamos aquí es el que nos hace mejores y más felices. Sólo basta con cumplir un pequeño objetivo diario. Además, alimenta nuestra autoestima y equilibrio emocional, es la felicidad en todos los aspectos.

  • Establecer una rutina: Hay pequeñas manías que están asociadas a nuestro entrenamiento diario. Por ejemplo preparar la bolsa para el Gym, hacer un playlist de tu música favorita, decidir el horario, la actividad y dónde practicarlo. Igualmente cuidar de tu alimentación aprendiendo que grasas son buenas para tu dieta, te ayudará a conseguir mejores resultados. 

Prepararnos para cumplir un reto diario, supone también sentirnos capaces de conseguirlo, para así mejorar. En definitiva sentirse plenos de esforzarse para lograrlos.

¿Qué debemos tener en cuenta una vez empezamos nuestros entrenamientos?

  • Un tobogán de sensaciones aparecerá en cada entrenamiento diario. Con el paso de los días nuestra felicidad física se hará más grande y estará acompañada de mejores resultados.

  • El entrenamiento puede ser todo lo ambicioso que queramos, pero siempre debemos ser realistas y optimistas.

  • Regala optimismo y deporte, porque te estarás regalando a ti misma la sensación de vivir la felicidad de la actividad física.

  • Normalmente durante la actividad física generamos un espacio o un momento en el que nos quedamos solos con nuestros pensamientos, ideas o sensaciones. Es en esos momentos donde gestionamos todas esas cosas que durante el día no se han resuelto por completo. También buscamos respuestas a preguntas sin resolver o incluso valoramos la toma de decisiones importantes. Hacer actividad física nos ayuda a ver las cosas con mayor claridad. 

  • La libertad y la sensación de elegir camino, distancia, ritmo, ejercicio, esfuerzo, es algo que nos genera capacidad de decisión y nos hace mejores, a la vez que más felices.

  • Rellenar huecos vacíos durante cualquier hora del día con algo que te genera felicidad es un placer y que además podemos hacer de diferentes modos y a cualquier edad.

A ciertas edades el tiempo libre ocupa más espacio en nuestro día a día. Tener una rutina y unos hábitos con actividad física, nos hará evitar el aburrimiento, mejorar nuestra salud y sobre todo, ¡ser felices!