Hacer deporte durante una lesión no es una tarea imposible

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El objetivo principal de mantenernos activos durante una lesión o la recuperación de la misma es evitar una posible atrofia o debilitamiento de los músculos y articulaciones que se mantienen sanos.

Hay algunos ejercicios que se pueden hacer con una lesión, que nos ayudarán a no perder toda la fuerza y resistencia que hemos ganado. Asimismo, nos ayudará para que una vez superada la misma, podamos volver sin demasiado esfuerzo adicional al  estado de forma que teníamos en el momento de producirse.

Existen muchas actividades para mantener la forma dentro de nuestras limitaciones, como la gimnasia pasiva, los masajes, lo estiramientos de las zonas no lesionadas, los ejercicios isométricos o la gimnasia hipopresiva.

tener claras dos ideas

  1. Estar lesionado no es sinónimo de estar inactivo.

  1. Jamás se debe realizar una actividad física que sea incompatible con nuestra lesión.

Por lo tanto, el primer paso que debemos dar, si queremos hacer deporte con una lesión, es consultar con nuestro médico o fisioterapeuta. Si lo que nos recomiendan es reposo absoluto no hay nada que hacer, pero si no es el caso, nos pueden asesorar para saber qué tipo de deporte o ejercicios podemos asumir dependiendo de nuestra dolencia.

También es sumamente importante cuidar nuestra alimentación en este periodo. Cuando realizamos alguna actividad física, nuestro cuerpo está acostumbrado a una cierta cantidad de calorías. Con una lesión debemos reducir las calorías que ingerimos, pues hemos reducido la carga de trabajo. 

Con el agua sucede todo lo contrario. Es más que probable que si nos movemos menos, tengamos menos sed, pero debemos intentar estar permanentemente bien hidratados para mantener el perfecto funcionamiento de todos los procesos orgánicos.

Por último, pero no por ello menos importante, mentalmente también debemos estar preparados para este periodo con:

  • Prudencia, para evitar a toda costa que nuestra lesión se agrave.

  • Paciencia, para adaptarnos a nuestra “nueva” realidad.

  • Determinación, para saber que de todo se sale, y que una lesión no debe desmoralizarnos.

Ya lo sabes, hacer deporte con una lesión es compatible, pero has de tener precaución y consultar con profesionales antes de empezar.

 

Cómo evitar las lesiones más comunes

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Un buen trabajo preventivo nos hará más fuertes y alargará nuestra vida deportiva evitando las lesiones más comunes.

Cuando eres deportista siempre estas marcándote retos y entrando para alcanzarlos. Por esta razón, debemos  seguir unas pautas preventivas, para saber cómo evitar lesiones comunes y mejorar nuestro rendimiento. 

Algunos estudios recientes señalan que las lesiones musculares suponen más del 30% de todas las lesiones dentro del ámbito deportivo amateur. 

Normalmente el primer síntoma lo vamos a sentir durante la práctica deportiva o en proceso posterior al entrenamiento. En el caso de que sea durante la práctica, lo ideal es evaluar la situación y tomar la decisión más restrictiva para evitar que las molestias o dolores empeoren. Lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud para su evaluación y diagnóstico.

Los días que una lesión nos puede tener apartados de la práctica deportiva dependerán en mayor medida de las decisiones que tomemos justo en el momento de la incidencia lesional. La exploración y el tratamiento adecuado serán otras de las actuaciones a seguir a la mayor brevedad posible. Sin embargo, hay formas en las que puedes seguir entrenando durante una lesión, pero debe ser con algunas precauciones. 

Es importante que analicemos el origen de la lesión para que no nos pase nuevamente. Los días de recuperación son ideales para ello. 

Hay ciertos procesos que debemos tener presentes antes de iniciar nuestra actividad diaria para evitar lesiones

  • Calentamiento previo es fundamental para evitar lesiones. Antes de iniciar nuestra sesión, este es el proceso ideal para generar temperatura corporal y muscular y así asegurar un inicio adecuado para la práctica deportiva. Según qué actividad, un calentamiento articular debería ser parte activa en este proceso, y enfocarse a deportes como el tenis, el pádel, la natación, etc.

  • Progresión en la sesión para evitar gestos bruscos o explosivos cuando aún no estamos preparados para ello.

  • Evitar impactos de manera continua si no estamos adaptados a ellos, o saltos desde plataformas muy elevadas con riesgo de ciclos de estiramiento y acortamiento (CEA) de forma agresiva es una forma de evitar lesiones.

  • Dar importancia al trabajo de flexibilidad y elasticidad a través de ejercicios que mejoren nuestros rangos de movimiento y nuestra tolerancia a ciertas posiciones o posturas.

  • Estirar siempre al finalizar nuestra actividad es necesario para evitar lesiones. Siempre involucrando el tren superior e inferior.

  • Trabajo de CORE para mejorar nuestro balance postural y estabilidad de columna.

Acudir a un fisioterapeuta es otra herramienta que mejorará sustancialmente nuestro estado general. Podrá ordenar de manera adecuada nuestra anatomía y mejorar molestias asociadas a la práctica deportiva.