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Todo lo que tienes que saber sobre los frutos secos

Sabrosos, aromáticos, llenos de energía y con una alta concentración de nutrientes, los frutos secos son unas de las joyas de la dieta mediterránea. ¿Quieres saber más?

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Los frutos secos son fáciles de consumir, disponibles en cualquier lugar y sin necesidad de ningún tipo de preparación previa.  

Ideales como aperitivos y para acompañar todos tus platos, altos en proteínas, ricos en antioxidantes y fuente de nutrientes esenciales. Las propiedades de los frutos secos hacen que sean considerados como uno de los alimentos más importantes que debemos incluir en nuestra dieta diaria. 

Un poco de historia

  • La incorporación de los frutos secos en la alimentación humana se inició en el Neolítico y fueron introducidos en la dieta mediterránea en el VII milenio a C.

  • En la Roma y Grecia clásicas, los piñones, las almendras, las nueces y las avellanas eran los frutos secos más consumidos siendo muy apreciados por su gusto y valor nutritivo. Los romanos llamaban a los frutos secos “la comida de los dioses” y ya entonces asociaban su consumo con salud y buena memoria.

Composición nutricional de los frutos secos

  • A pesar de su reducido tamaño, los frutos secos son unos alimentos muy calóricos, por lo que es muy importante controlar la cantidad, especialmente si queremos controlar el sobrepeso o la obesidad.

  • Además, poseen un alto contenido en proteínas de calidad y en minerales como calcio, magnesio, fósforo o potasio, lo que les aporta su importante valor nutricional.

  • También son ricos en antioxidantes como fitoesteroles, especialmente en el caso de la almendra, la avellana, el pistacho y el anacardo.

Sus  propiedades medicinales

  • Diversos estudios demuestran que los frutos secos reducen el colesterol LDL (colesterol malo) entre un 3% y un 19%.

  • Los frutos secos en general son ricos en grasas monoinsaturadas, entre las que predominan el ácido oleico (almendras y avellanas), exceptuando las nueces que poseen un alto contenido en ácidos grasos omega 3 (alfa-linolénico). Lo que las convierte en los frutos secos más cardiosaludables debido a su efecto antiinflamatorio.

  • Para las madres que amamantan el consumo de frutos secos asegura la producción de una leche excelente para su bebé.

  • Pueden ayudar a prevenir la hipoglucemia (bajada de azúcar en la sangre), por lo que son un buen bocado entre horas cuando nos invade el cansancio mental y la dificultad a la hora de pensar y de actuar.

  • Son recomendables además para personas que sufren anemia perniciosa. Una combinación de dátiles y almendras son un cóctel perfecto para remontar los organismos más débiles, aportando magnesio, azúcares naturales, calcio y hierro.

7 recomendaciones para el consumo de frutos secos

  1. Tómalos ligeramente tostados o crudos para poder disfrutar de sus aceites esenciales, ya que estos se oxidan a altas temperaturas, lo que hace que pierdan la mayoría de sus nutrientes.

  2. Respecto a la cantidad, lo ideal es no tomar mas de 30 gramos al día.

  3. Son ideales como tentempiés. También se pueden añadir en ensaladas o acompañando a guisos.

  4. Perfectos para los deportistas y las personas que tengan que realizar esfuerzo físico extra: con poco volumen aportan mucha energía.

  5. Evita que los niños menores de tres años consuman frutos secos enteros ya que pueden atragantarse.

  6. Como demostró el estudio PREDIMED, una dieta suplementada con aceite de oliva y frutos secos, disminuye en un 30% el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria y reduce en un 50% reduce el riesgo de desarrollar diabetes.

  7. No comas las nueces cuando tienen un sabor amargo. Esto indica que han iniciado la oxidación y podrían ser nocivas para la salud.

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